Las diferencias de criterio entre médicos y padres sobre qué es mejor para un menor de edad son especialmente delicadas cuando el facultativo requiere la firma de un consentimiento informado para un tratamiento con el que los progenitores pueden no estar de acuerdo.

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Es el caso, por ejemplo, de los Testigos de Jehová que se niegan a que sus hijos reciban transfusiones de sangre, basándose en una interpretación literal de varios pasajes de La Biblia.

Ante este tipo de situaciones en las que además el tiempo corre en contra de un paciente menor de edad, es fundamental que los médicos conozcan los protocolos a seguir para solventar la situación de una forma legal y eficaz para su paciente.

En realidad en estas situaciones lo que vemos es un conflicto entre dos derechos fundamentales: el derecho a la vida y el derecho a la autonomía y libertad de decisión. Ante semejante disyuntiva, la pauta de actuación que nos dicta la lógica es distinguir entre actuaciones de escasa relevancia, en la que nos bastará con el consentimiento del progenitor que ostente la guarda y custodia, y actuaciones más graves y decisivas.

Es por tanto de vital importancia que los profesionales sanitarios cuenten con cierta formación en Derecho, y que esta vaya reciclándose constantemente. Desde la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana seguimos trabajando en esta línea con un programa de jornadas prácticas de formación y con la elaboración del que será el II Congreso Autonómico de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana y que tendrá lugar los días 27 y 28 del mes de septiembre.