Sanitarios ultiman las medidas para mejorar su seguridad

Los profesionales temen un repunte de situaciones violentas ante la creciente saturación de los centros sanitarios

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El Colegio de Médicos de Valencia ha contabilizado hasta 22 agresiones a facultativos entre el pasado 16 de marzo, Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, y la pasada semana, una cifra muy similar a las 24 que se registraron en la provincia durante todo el año anterior, un 55% más que en los dos ejercicios precedentes. «Y todavía faltan dos de los meses en los que se registra un mayor repunte asistencial, cuando aumentan los problemas respiratorios y llega la gripe, por lo que se incrementa la saturación, las situaciones más tensas y las reacciones más agresivas por parte de los pacientes», advierte el doctor Pedro Juan Ibor, vicepresidente de la institución colegial. Para atajarlo, los profesionales contarán con una especie de botón del pánico en sus teléfonos móviles que, al activarlo, emitirá un aviso en tiempo real a los agentes de la Policía Nacional.

En esta línea se muestra también el presidente de la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunitat, Carlos Fornes, quien recuerda que, a lo largo de 2017, se contabilizaron 442 agresiones a personal sanitario (no sólo médicos, también enfermeros, celadores…) en la Comunitat. Este portavoz también coincide en que la creciente saturación de los centros de Atención Primaria y las Urgencias hospitalarias es «el caldo de cultivo», para que se reproduzcan estas situaciones, que no sólo son agresiones físicas, sino también verbales, como amenazas e insultos. «Se va a colapsar el sistema y van a aumentar las agresiones porque el médico va a atender al paciente el tiempo que sea necesario», avisa.

Y ante esta situación, los profesionales sanitarios siguen preparando junto con la Policía el plan para mejorar la seguridad del personal sanitario y reducir los episodios violentos. Una de las medidas más llamativas, según explica Ibor, es el desarrollo de una aplicación para el teléfono móvil con la que el médico pueda avisar de una situación de riesgo y esta información llegue a la Policía en tiempo real. Incluso se baraja que la ‘app’ pueda grabar el sonido de lo que está sucediendo para que los agentes puedan valorar lo que ocurre. Además, el facultativo estará localizado por el GPS, puesto que en muchas ocasiones, las situaciones de riesgo se producen en los avisos a domicilio. El doctor cree que en unos tres o cuatro meses esta aplicación estará ya lista. En esta línea, también pretenden implementar cursos de formación para que los profesionales aprendan a manejar situaciones de riesgo.

El repunte de las agresiones está íntimamente ligado a la progresiva saturación del sistema. «Si disminuyesen la lista de espera y los tiempos de demora, adecuando las plantillas e incentivando al personal, se evitarían la mayor parte de los casos», asegura el vicepresidente del colegio.

Fornes, por su parte, advierte que no se denuncian todas las agresiones, normalmente por miedo, de ahí que apunte que las cifras son todavía mayores. El 90% de los casos se dan en la sanidad pública, en el 63% el agresor es el paciente y casi el 80% son verbales. Además, un 9% de los conflictos derivó en que la baja del facultativo, bien por depresión o por daños físicos.