Valencia, 16 jul (EFE).- El presidente de la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunitat Valenciana, Carlos Fornes, considera que si hubiera más diálogo entre los profesionales sanitarios y los pacientes podría disminuir entre un 15 o 20 % el número de reclamaciones, el 70 % de las cuales son por falta de información.

En una entrevista con EFE, Fornes advierte de que, ante el elevado número de reclamaciones sanitarias que se registran en la Comunitat Valenciana, sería necesario crear uno o dos juzgados especializados en esa materia, similares a los que ya existen para violencia doméstica o mercantil.

 Considera que, aunque esto supondría gastos para la Administración, el elevado número de reclamaciones vinculadas a la sanidad justificaría su creación.

Abogado especializado en derecho sanitario, asegura que desde que nació ha vivido el mundo sanitario, especialmente de la mano de su padre, José Fornes, expresidente del Colegio de Médicos de Valencia y de la Organización Médica Colegial (OMC).

Esto le ha llevado a crear junto con profesionales sanitarios y del derecho la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunitat Valenciana, la segunda de estas características que se crea en España, tras la que ya funciona en Andalucía.

Los objetivos de esta nueva entidad, que lleva apenas tres meses en funcionamiento, son favorecer la organización, promoción y difusión de estudios e investigaciones relacionados con el derecho sanitario y con la salud, su protección y su estudio en relación con las normas jurídicas.

Fornes afirma que el nivel de reclamaciones en la Comunitat es similar al resto de España, porque nuestro país ha copiado de Estados Unidos la «cultura de la reclamación», pero se ha mostrado convencido de que con la comunicación y el diálogo entre los profesionales sanitarios y los pacientes y sus familiares «bajaría mucho la crispación».

Asegura que un alto porcentaje de los facultativos sigue los protocolos médicos para hacer su trabajo, dentro de los cuales el documento del consentimiento informado es una «pieza clave» en la asistencia sanitaria.

«De hecho, el 70 por ciento de las reclamaciones son por falta de información» por parte del profesional sanitario al paciente, según Fornes, quien aconseja al médico «que hable e informe al paciente antes de entregarle el consentimiento informado para que lo firme».

Las intervenciones de urgencia están eximidas del consentimiento informado, pero las programadas no, y por ello Fornes advierte a los facultativos de que si el paciente no lo firma «no lo opere, porque es un paciente que potencialmente va a reclamar».

Respecto a la historia clínica, considera necesario que los profesionales incluyan más información sobre el paciente, porque este documento «puede acabar en un juzgado», y destaca la necesidad de que los médicos se conciencien de que el paciente «tiene derecho» a su historia clínica.

«Tenemos todos los pilares para construir bien el edificio: la historia clínica, el consentimiento informado, la información y el diálogo», señala Fornes, quien recuerda que tanto los profesionales como los pacientes tienen sus derechos y obligaciones.

Para el letrado, el servicio de Urgencias «es la cara de un hospital», y si los pacientes creen que no se les dedica el tiempo que consideran necesario, «ellos o sus familiares se ponen nerviosos y puede derivar en crispación o agresiones».

La «relación de confianza que había antes entre el médico y paciente se ha ido perdiendo» y en muchos casos los facultativos ya no hablan tanto con los enfermos, alegando que tienen muchos pacientes esperando, señala.

Aunque reconoce que en Urgencias se puede entender la falta de información «porque la prioridad manda», afirma que no todas las reclamaciones que se presentan proceden de este servicio, ya que también se dan en la Atención Primaria y en la Especializada.

A su juicio, los facultativos se sienten muchas veces con la «espada de Damocles» y tienen que practicar una medicina defensiva, realizando multitud de pruebas a los pacientes ante el temor de que presenten una reclamación, algo que encarece el sistema.

Ginecología, Traumatología, Cirugía, Anestesiología o Urgencias son las especialidades médicas con mayor litigiosidad, a las que se suma la Cirugía Plástica, que aunque según Fornes «es otro tipo de medicina, más que curativa sirve para satisfacer», en ella también prima que el paciente reciba información.

Respecto a las causas sanitarias que llegan a los juzgados, señala que, aunque se presentan muchas por la vía penal, son pocas las que siguen adelante, y la práctica totalidad se declaran complejas porque tienen una duración superior a los 18 meses.

La Asociación, que está dándose a conocer a los colegios profesionales, sociedades científicas y administraciones públicas, ha firmado con la Universidad CEU-Cardenal Herrera un convenio para celebrar el 29 de septiembre unas jornadas de formación «que sean caldo de cultivo para crear a largo plazo un máster de Derecho Sanitario». EFE